Paso, paso, plié, salto, pirueta.
Todos los días la misma cantinela.
A veces me da por pensar cómo serían las cosas si jamás hubiese calzado unas puntas, y no soy capaz de imaginarlo. Supongo que nací con ellas bajo el brazo, que no tuve elección. La danza es y será siempre mi medio de vida.
Me duelen los pies, pero no me importa. Se resienten mis rodillas, pero continúo el ensayo. Mañana hay estreno y no es una pieza sencilla: El lago de los cisnes. Además me ha tocado ser la protagonista y no puedo fallar en tan importante encargo.
Paso, paso, plié, salto pirueta.
Las tres: hora de comer.

No tengo mucho tiempo. Cambio rápidamente el tutú por unos vaqueros y salgo precipitadamente del vestuario. En cinco minutos estoy de vuelta -pienso-. Comienzo a descender las escaleras y ahora sé que aquello no sería cierto. Las prisas terminan de escribir mis futuro incierto.
Paso, paso, plié, salto. pirueta.
A veces me da por pensar cómo sería mi vida si jamás hubiese calzado unas puntas.
Es hora de comprobarlo.
1 comentario:
La rebeldía de una bailarina, en último término la rebeldía es el alma del artista.
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