La luz es una fuerza tan extraña...
Fue capaz de iluminar tu pelo aquella tarde de verano, fue capaz de enamorarme. Fue capaz de dotar de color cada mirada, cada paso, cada gesto. Fue capaz de unir dos vidas circulando en carriles separados.
Y sin embargo, en el momento justo, desapareció, se esfumó. Se fue y dio paso al silencio. La pasión fue todo lo que sonaba en tu habitación. Todo lo que se respiraba, misterio.
Pero volvió a encenderse cuando nadie la esperaba y nos pilló jugando a ser humanos con la persona equivocada. La luz traicionó al amor que ella misma había creado.
Y se vistió de tristes matices y se adornó de grotescas palabras. La luz deslumbró y se apagó. Se fue y regresó. Volvió para cargarse todo aquello de lo que la vida yo esperaba. Volvió para matarme, lo sé.
Y muerto estoy, sentado en el sofá. Mirando la tele sin estar viendo nada. Sintiendo sin sentir. Viviendo sin vivir.
Pidiendo deseos a las fugaces estrellas del cielo. Estrellas de magia, de luz, que mantienen en vida mi fuego.
Mantienen mi esperanza, mantienen mi ilusión. Mantienen en mí la llama de un amor que no conseguirá borrar ni el destino, ni el viento, ni tú.
Ni siquiera esa maldita y falsa luz.
1 comentario:
Hay frases dignas de acuñarlas que es que son literatura. "La pasión fue todo lo que sonaba en tu habitación", no sé es como si me viera en el autentico ambiente lumínico.
"nos pilló jugando a ser humano con la persona equivocada" Me recuerda a una frase muy sentida que oí hace porque: "Que no la tenga, por Dios, que no la tenga" Y las uniones de la muerte y la luz, no sé,tu sabes, se trata de ese "algo más"
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