Quizás fue la lluvia, o el viento, o la música. Quizás fueron las luces de aquel oscuro autobús.
Me pregunté cuántas noches nos pasamos dormidos mientras el mundo sigue despierto, girando alrededor de nuestras cabezas, y me contesté declarando nula la ley de imposibilidad del fenómeno.
Seamos el loco y la víctima.
1 comentario:
No podía tener mejor carga poética hoy, Día Mundial de la Poesía.
Bravíssimo, monsieur
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