Ella

Ella... Ella es la que hace de cada día que comienza una nueva aventura, de cada momento una historia, de cada instante un sueño. Es en ella en quien pienso por las noches y con quien despierto por la mañana. Es la que me acompaña en mis viajes, en mis caminos, en mis pensamientos, la que me guía en mi vida. Es la que está siempre conmigo, en lo bueno y en lo malo. En los mejores momentos y en los peores. Con ella nací y crecí. Lloré y reí... Es la que me enseñó a perder y a ganar. Me enseñó a gritar, a saltar, a llorar de felicidad, a tropezar, a volverme a levantar, a sentir, a volar, a vivir, a bailar, a cantar... Me enseñó que las cosas no son siempre como uno las ve. Que las cosas pequeñas pueden llegar a ser muy grandes. Y que otras enormes pueden quedarse en nada. Que las palabras se las lleva el viento y que los hechos se recuerdan en el tiempo. Que se pueden decir millones de cosas sobre una palabra y luego esconderlas dentro de una sola letra. Que existe la alegría, la tristeza, la paz y la guerra, que existe la amistad, el valor y la melancolía... Que existe el amor, pero también el desamor.

Ella es especial. Lo sé. Tiene algo que la hace cercana pero a su vez inalcanzable. Humilde pero envidiable. Es mi pasión, mi querer, mi deseo. Es mi único amor verdadero. Si, amor.

Pensaréis que soy un loco, un lunático. Pero no. Sé muy bien lo que digo. estoy enamorado de ella. Ahora lo veo claro. No hay sólo momento en que no piense en ella. Me encantan sus ojos, sus manos, sus labios. Ella es la única razón de mi vida, de mi existencia. Le debo todo lo que fui, lo que soy y lo que llegaré a ser. Ella lo es todo. Así que vale. Lo admito. Estoy loco. Pero te diré una cosa, las mejores personas lo están. Y yo soy un loco enamorado de la música.