Aquella noche

Aquella noche todo iba perfecto.

Ella sonreía

mientras la Luna la observaba

por las calles de Sevilla.

Aquella noche todo era perfecto,

o al menos eso creía,

al ver el río tan sereno

al sentarnos en su orilla.

Sentí su pelo, su olor,

sus senos, su don...

su entrega y su pasión.

Me cuesta sonreír

si pienso que en dos días

voy a estar tan lejos de ti.

Me cuesta imaginar

que dentro de un momento

te vaya abandonar.

Aquella noche todo era perfecto

cuando vi que ella corría,

detrás del maldito autobús

que me arrastraba lejos de Sevilla.