La echo de menos

Eran días difíciles. El aire helaba y el tiempo se esfumaba. A cada paso que daban las agujas el ambiente se tornaba más tenso, más espeso, más asfixiante. Tanto que se ahogó él último acorde de nuestra melodía.

Parecía que habían pasado ya grandes eternidades pero nuestros días sólo vivieron un triste suspiro. Un hermoso suspiro.

- ¿Nos volveremos a ver?
- Claro. Todos los días.

Algo en su mirada me chivó la esencia de su pregunta encriptada. Mi respuesta sólo fue otro sumando de nuestro interminable engaño.

Los futuros segundos fueron indescriptibles. Sólo pude atisbar un beso, una caricia, un abrazo, una lágrima... y un crac.

Se rompió la tercera cuerda.

2 comentarios:

Gema dijo...

Tío, me ha parecido una entrada increíble, esto... guau!!

"Algo en su mirada me chivó la esencia de su pregunta encriptada." Genial :)

Nuria dijo...

Yo también hecho de menos muchas cosas... No puede ser que las cosas asfixien tanto. =S
Por cierto, la entrada está estupendamente escrita. ;)