Literatura

La literatura siempre había tenido una magia especial para ella, pero a medida que habían pasado los años casi se había vuelto necesaria. No había día en que no se sumergiera en una aventura, iluminara algún misterio o se emocionara con una poesía.

Nadie podía hacerla más feliz que las palabras y nadie jamás podría separarla de su mundo de fantasía. Allí se sentía segura, feliz.