- ¿Tienes miedo?- te pregunté
- No- me respondiste
El vehículo aceleró y por un momento creí perder el equilibrio. Te agarré más fuerte. O aquella camioneta alcanzaba velocidades imposibles o estaba tan emocionado que creía que saldría disparado en cualquier momento. El viento casi conseguía hacernos temblar.
- ¿Tienes miedo?- repetí
- Ahora un poco- reconociste
Cada vez íbamos más deprisa y cada vez nuestros corazones latían más deprisa. Si no lo hacíamos en aquel momento ya no lo haríamos jamás.
- ¿Seguro que quieres hacerlo?
- Seguro- tu voz sonaba certera incluso tras el vendaval que intentaba derrocarnos
- Te amo
- Yo también
Y saltamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario