Aquello que no ves

INT. BAR. NOCHE
ÁLEX está sentado en una mesa junto a tres amigos, todos con una jarra de cerveza en la mano. Se ríen y hablan animosamente hasta que uno de ellos levanta su bebida para convocar un brindis:
RUBÉN
¡Por el final de los exámenes!

Luego el resto van levantando las suyas sucesivamente, gritando eslóganes de igual talante.
SOFÍA
¡Por nuestra graduación!
ÁLVARO
¡Por el futuro de la física!
ÁLEX
¡Y por el nuestro, qué coño!

Las cuatro jarras chocan en un sonoro brindis mientras los jóvenes ríen desenfrenadamente Luego beben y después vuelven a retomar la escandalosa carcajada.

ÁLVARO
Bueno, Sofía, ¿qué has pensado hacer ahora? ¿Tienes algún plan? ¿Algún proyecto? ¿Alguna aventura en mente?
SOFÍA
¿Aventura? (se ríe)
ÁLVARO
Claro, ya me entiendes. Hemos perdido más de cinco años de nuestra vida entre laboratorios y bibliotecas. ¡Algo tendremos que hacer para recuperar toda la diversión que nos hemos perdido! ¿Tú qué dices, Rubén?
RUBÉN
Claro, joder, yo pienso coger a Irene, montarla en el coche y llevarla a recorrer todas las playas del país de fiesta en fiesta... ¡Hasta que el cuerpo aguante!
ÁLEX
... o la cartera, ¿no? (ahora todos vuelven a reír)
SOFÍA
Bah, no tengo tiempo para esas tonterías. En la empresa donde hice las prácticas me dijeron que necesitaban a alguien para trabajar en un nuevo proyecto y que estaban interesados en mi manera de investigar así que estaré todo el verano ocupada. Supongo que empezaré con un contrato de pruebas y luego...
ÁLVARO
Eh, eh, eh, para el carro, guapa, que estamos empezando a volver a hablar de cosas aburridas. ¡Esta noche está prohibido hablar de cosas serias! ¿Qué os parece si pido otra ronda?
RUBÉN
Vale, ¡voy contigo, Álvaro!

RUBÉN y ÁLVARO se levantan dejando a ÁLEX y SOFÍA solos en la mesa:
SOFÍA
Bueno, Álex, ¿y tú? ¿Qué vas a hacer?

ÁLEX
¿Yo? No sé. Supongo que nada. Mis padres se van de vacaciones la semana que viene y mi hermano no vuelve de Alemania hasta septiembre, así que aprovecharé que por fin habrá tranquilidad en casa para ponerme a escribir.
SOFÍA
¿Aún sigues escribiendo? Hace mucho tiempo que no me enseñas nada. Desde aquella novela que me mandaste por e-mail, ¿te acuerdas?
ÁLEX
Sí, era horrible. He mejorado desde entonces, ¿sabes?
SOFÍA
Me muero por comprobarlo...

La chica se acerca a ÁLEX mientras entrecierra las pestañas. Él traga saliva, nervioso, pero la escena se ve interrumpida por ÁLVARO y RUBÉN, que vuelven con otras cuatro jarras de cerveza. SOFÍA disimula:
SOFÍA
Y, ¿sobre qué piensas escribir?
ÁLEX
Tengo una idea sobre una historia de ciencia ficción
ÁLVARO
¡Eh! Suena interesante. Cuenta.
ÁLEX
Vale, la historia es sobre un muchacho, un estudiante de física, que...
RUBÉN
¿Un estudiante de física? ¿Es que es una novela auto-biográfica?
SOFÍA
¡Oye! ¡Deja que termine de explicarlo!
ÁLEX
Un estudiante de física que comienza a cuestionarse todo lo que le rodea . Está convencido de que el mundo esconde mucha más realidad de la que somos capaces de alcanzar con nuestros sentidos y decide dejar la carrera para...
ÁLVARO
Menos mal que tú no has dejado la carrera por esa locura...
SOFÍA
¡Álvaro!
ÁLVARO
Vale, lo siento, sigue.
ÁLEX
Decide dejar la carrera para investigar por su cuenta. Se muda a un estudio, se gasta todos su ahorros en maquinaria de laboratorio, comienza a alejarse de su familia, de sus amigos, a tener problemas de salud y...
SOFÍA
¿Y al final? ¿Qué pasa al final?
ÁLEX
No lo sé. Aún no lo he decidido.

Los tres amigos sueltan expresiones de decepción y luego sonríen a ÁLEX. Pronto retoman la conversación por otro punto y siguen bebiendo y riendo durante algunas horas.


EXT. BAR. NOCHE
Los cuatro amigos salen del local algo afectados por el alcohol. En el interior, el silencio y la baja luminosidad indican que el bar está cerrando o a punto de cerrar. ÁLVARO y RUBÉN se despiden y se van por la izquierda. SOFÍA hace intento de irse por la derecha pero antes de echar a andar se da la vuelta, hacia ÁLEX.
SOFÍA
Uff, estoy algo mareada, ¿me acompañas a casa?
ÁLEX
Claro, pero no he traído el coche. Hay que ir andando.
SOFÍA
No importa. Así damos un paseo

EXT. CALLE. NOCHE
La pareja camina despacio, bajo la luz de las farolas
SOFÍA
¿Tú también crees que hay algo más?
ÁLEX
¿Qué?
SOFÍA
Lo digo por el protagonista de tu novela. ¿Crees que existen cosas que no percibimos?
ÁLEX
Bueno, nuestros ojos sólo son sensibles a una pequeña parte de todo el espectro de ondas electromagnéticas. El resto no lo percibimos.
SOFÍA
Ya. Pero hablo de algo más. Hablo de que exista una parte de la realidad que nunca podamos llegar a conocer. Que nunca pueda ser investigada por la ciencia.
ÁLEX
La ciencia no es todopoderosa
SOFÍA
Ya hemos llegado

La pareja llega al portal de un alto edificio pero SOFÍA aún no ha sacado las llaves de su bolso. Se coloca frente a ALÉX para seguir hablando.
SOFÍA
Entonces crees que sí
ÁLEX
¿Que sí qué?
SOFÍA
Yo nunca me lo había planteado. Siempre he creído que la ciencia era aquello que ordenaba la realidad, que la estabilizaba. Creía que era capaz de resolver todos los problemas de la naturaleza, por eso me metí en física. Pero a veces, no puedo evitar hacerme preguntas.
ÁLEX
¿Como cuáles?
SOFÍA
No sé. Preguntas. Por ejemplo. Nosotros tenemos cinco sentidos y son los que usamos para clasificar las cosas que percibimos en imágenes, sonidos, etc. pero hay animales que tienen otros sentidos distintos. Entonces, ¿quién nos dice que no existe algún tipo de fenómeno cuyo órgano receptor no tengamos desarrollado o, directamente, no poseamos?
ÁLEX
Nadie. ¿Quién nos dice que haya animales, con un sentido diferente a cualquiera de los nuestros, que sea capaz de percibir esos fenómenos?
SOFÍA
¿Y si ningún ser pudiese jamás llegar a percibirlos?
ÁLEX
¿Y su hubiese alguien que aprendiese a hacerlo?
SOFÍA
¡Se volvería loco!

Con cada nueva pregunta formulada, con cada nueva suposición, se habían ido acercando cada vez más el uno al otro y ahora sólo les separaba un par de centímetros. Pero ahora era una farola quién los interrumpía, apagándose inesperadamente y dejándolos en semioscuridad. SOFÍA, ahora sí, saca las llaves del bolso, abre el portal y entra para pulsar el interruptor de la luz, teniendo cuidado de sostener la puerta con la pierna para que no se cierre.
ÁLEX
Hasta la farola se ha asustado
SOFÍA
¿De qué?
ÁLEX
De nuestras averiguaciones. ¿Por qué has dicho que se volvería loco?
SOFÍA
Imagínatelo. Todo el mundo concibe el mundo tal y como lo percibe. Si alguien comenzara a desmontarlo la sociedad lo tacharía de lunático, lo rechazaría. Y acabaría volviéndose loco de verdad.

ÁLEX agacha la cabeza, reflexionando sobre la conclusión de su amiga
SOFÍA
Acabo de darte un final para tu novela.
ÁLEX
¡Vaya final triste!
SOFÍA
Espero que tú no acabes así.

SOFÍA se acerca y, finalmente, lo besa. Luego se da la vuelta y se introduce en el portal.
SOFÍA
Buenas noches, Álex.
ÁLEX
Bu-buenas noches, Sofía.


EXT. CALLE. NOCHE.

ÁLEX va caminando a paso normal por mitad de una calzada por la que no circulan coches. La avenida está iluminada por dos filas de farolas, una en cada acera. El joven va pensando en la conversación con SOFÍA mientras las farolas se van apagando a su paso. Se da cuenta y mira atrás pero ya se han vuelto a encender todas. Vuelve a girarse y sigue su camino, esta vez a un paso más ligero. Cuando ya está lejos las luces vuelven a apagarse, todas a la vez. El silencio se respira, la oscuridad se palpa.


No hay comentarios: