El Sol brilla pero sé que sus rayos no lograrán atravesarme. No mientras esté debajo de la sombrilla. Si miro al frente veo el mar, si miro a un lado te veo a ti.
Es todo lo que necesito.
Estás tumbada boca abajo sobre la toalla, con la parte superior del bikini desabrochada. Supongo que para broncearte mejor la espalda. Nunca he comprendido la obsesión de las chicas por coger color en la playa.

Me levanto, cierro el segundo libro de Memorias de Idhún, que estaba leyendo hacía un momento, colocando cuidadosamente el marca páginas, y me agacho para depositarlo dentro de mi mochila. Luego me quito las gafas de Sol y repito la misma acción que con el libro.
Echo un vistazo al mar. Infinito, sereno. Y lo recorro con la mirada hasta topar con el horizonte. Entonces sonrío. Sólo este lugar logra relajarme tanto. Hacerme sentir más vivo y sin embargo me despoja de todo dolor, recuerdo o pensamiento. Como si de repente me hallara en el cielo, sumido en el más agradable de los sueños. Aquí mis problemas desaparecen.
Voy corriendo a través de la arena a toda velocidad, pisando con fuerza, con decisión, y en pocos segundos estoy sumergido en el agua salada. Entonces me pongo a nadar para alejarme de la orilla hasta ver que ya no hago pie. Y me tumbo boca arriba, flotando. Dejándome arrastrar por mis únicas amigas en aquel momento. Las olas. Esas que sé que nunca van a defraudarme.
Y es en estos momentos cuando puedo comprender cómo se sintió Harry al llegar al colegio que cambiaría su vida para siempre. Puedo comprender a Lucy al atravesar el armario de la mansión del tío Digory. E incluso a Jack, cuando descubrió que dentro de él había mucho más de lo que se imaginaba. Me siento fuerte, liberado.
Capaz de hacer cualquier cosa.
Lo que sea.
2 comentarios:
Yo también me siento así cuando estoy frente al mar, frente a ese agua inmensa, que dá paz, tranquilidad...Merece la pena dejarse llevar por la mar, como dicne los marineros, relajarse tranquilamente en la arena...
¿Sabes qué? Desde que he cumplido años también me siento así, con fuerza, me gsuta volver a sonreír, sin precuparme por qué o de qué.
Tengo ganas de comerme el mundo y no em da miedo de que el mundo me coma a mí. =)
Yes, darling, you can :)
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